viernes, 19 de junio de 2009

The Boring Guy #47


Hace dos días estuve en una fiesta, lo menciono como algo importante porque realmente fue un gran evento para mí, era ese tipo de fiesta normal, gente tomando, hablando, escuchando una música que colisiona con tu ritmo cardiaco, de esa que sin darte cuenta te ponen a respirar como si estuvieras en una puta pelea de boxeo en las vegas, y te estuvieran reventando la cara, mientras tus dientes caen uno a uno en el suelo, pero eso es normal en estos días, eso es lo que se escucha, ustedes saben perfectamente de qué estoy hablando. En fin estoy sentado en este lugar, aburrido como siempre, cuando veo a esta hermosa joven, lleva un vestido de esos de cuero humano que estaban traficando de China hace algunos años, pero como si lo hubieran pintado con una pistola de paintball y un secador de pelo, un vomito estético, en fin, veo a esta chica y no puedo dejar de mirarla, el vestido me estorba a la vista, no lo puedo negar, y la música sigue taladrándome el ventrículo izquierdo, cuando me doy cuenta que hay otras tres chicas vestidas similar, no idénticas, similares, entonces me doy cuenta que es una moda, una puta moda, y entonces ya no me molesta tanto el vestido, digo: a la mierda, y me acerco a hablarle, le pregunto cómo se llama pero no responde, entonces veo que tiene estos anteojos, que no son anteojos realmente por que no tienen lente, son más bien como esos cigarrillos que en el siglo pasado solían guardar en la oreja para mas tarde, entonces me doy cuenta que no entiendo de que va la vida, aquí esta está joven, que ya dejó de mirarme por cierto, esperando que me largue, pero no me dice nada, y con esa puta cosa sobre su oreja, entonces me doy cuenta que no me hizo bien haberme encerrado a escribir mi novela, porque no se para dónde va este puto mundo, entonces regreso a mi silla pero ya está ocupada, va la mierda, ahí me quedo parado, y como no es sino que te des cuenta que hay una moda, para que veas que todos la están siguiendo y que eres un imbécil desconectado dormido, entonces resulta que todo el mundo tiene estas mierdas sobre la oreja, y no se de qué van pero no quiero preguntar, se supone que yo debo saber de estas cosas, soy un puto escritor, mi amigo Diego, el que me trajo a este sitio, está ahora besándose con esta enorme mujer, ella le está bajando la cremallera frente a todos, entonces extraño el olor a cigarrillo en los bares, extraño esa impureza de aire y la música que podía seguir con mi pie, veo la puerta a lo lejos, mando todo a la mierda y me voy del lugar, pero cuando voy saliendo hay una zona de fumadores que me hace sentir en casa, y disminuyo el paso para recordar como era la vida antes de que este puto mundo se fuera a la mierda, yo nunca he fumado, pero hay cosas que no te das cuenta lo importantes que son para tus recuerdos hasta que las vives después de mucho tiempo, así que cierro los ojos y respiro tanto humo como puedo, hace años no tenía un momento tan intimo, pero comienzo a pensar lo que debe estar diciendo la gente al verme en estas, así que abro los ojos y nadie está viendo, como siempre, les importa un culo lo que pase conmigo, entonces veo en el suelo uno de estos aparatos que todos traen sobre sus orejas, es como una especie de cámara transmitiendo, pero a dónde?, entonces veo la marca LIFEGLASS, y me doy cuenta que realmente perdí el tren de la sociedad, el puto tren que nos llevaba al progreso del que tanto hablaban hace años, me quedé sentado en la estación de tren sin darme cuenta, pero estoy joven, no quiero ser como esos ancianos de 50 años que no saben cómo putas enviar un correo electrónico, así que decido investigar qué es esta mierda, voy al café Internet, ese que parece una bolera, con las luces psicodélicas y todo, pero mierda Google ya no existe tampoco, así que me toca pedirle a una de estas chicas en patines que me explique, ella muy amablemente me hizo sentir como una mierda mostrándome cómo se usaba esta nueva red, en fin, le digo que ya puedo solo, ella se aleja y escribo “LIFEGLASS“, entre comillas para que la búsqueda sea más precisa, y me siento aun mas imbécil por intentarme engañar pensando que se algo de esto, en todo caso, salen estos resultados como si me los escupieran en la cara, entonces logro entrar al sitio de la compañía, si es que así se le puede llamar, y me doy cuenta que la puta empresa ya tumbó a Microsoft, que es una mierda como lo era Facebook y el sistema ese que luego lo tumbó hace años, esta gente está transmitiendo sus vidas, ya no es necesario que te la cuenten con aburridos mensajes de superación personal, todo está registrado en la web, todo lo que ven, entonces encuentro este web site donde hay un evento de la puta fiesta donde estaba, y descubro que la perra que no me respondió me tenía grabado y el titulo del puto video era “The Boring Guy #47”, en inglés lo había puesto para tener mas cobertura, lo que más me asombró fue que no era cualquiera de esas chicas adictas a estas nuevas tecnologías que no saben que es un puto disco duro, era una profesora de neurociencias en una puta universidad, sigo leyendo sobre todo esto y veo que hace tres años se terminó la demanda mas grande en la historia de la humanidad, mil quinientos millones de personas habían demandado esta empresa por el uso de sus imágenes sin autorización, pero todo se había ido a la mierda porque no había una empresa detrás de estas imágenes, eran tus amigos, tus papás, el puto cartero el que las estaba usando, era como si alguien pudiera prohibir que lo vieran en la calle y le tocara andar con una franja negra tapándose la cara, dónde putas había estado yo?, esto cuándo pasó??? Entonces apagué el computador y les juro, dormí ahí sentado, pagando por cuartos de hora como un motel de mala muerte, era el único lugar en el que me sentía protegido, y no por que me filmaran, a la mierda con eso, era por que realmente no quería volver a mi casa ni a la puta novela, la vida había cambiado tanto que me daba terror darle la espalda, por más creativo que fuera, por más iluso que pensara que conocía este puto mundo, estaba a millones de kilómetros de distancia, era como el puto plutón que estaba tan lejos y tan insignificante que ya ni siquiera era planeta, lejos de un mundo donde vivía algo, un no se qué, pero que ahí estaba, observando todo lo que hacías, siguiéndote a todas partes, esperando el momento para salir a la superficie y destrozarte con sus dientes de silicio, y lo peor de todo es que seguro todo quedaría disponible para todos, para verlo una y otra vez, para enviar tu tragedia a todos sus amigos y estos a todos sus amigos, y por esa mierda de los seis grados de separación, en dos segundos tu vida sería propiedad de todo el puto planeta, de gente que no alcanzarías a saludar ni siquiera si los tuvieras en una fila uno detrás de otro durante toda tu vida, todos esos serían los dueño de tu vida, antes la gente decía que en un abrir o cerrar de ojos podías perder la vida, aunque tenían razón, esa gente era primitiva, unos putos chimpancés, no tenían ni puta idea de qué estaban hablando, pensaban simplemente en la muerte, y no hay un concepto más simple en este mundo que la muerte, esto es muy distinto, esto es mil veces más complejo, con ramas infinitas, esto es realmente tu puta vida en las manos de todos tus contactos, y en los contactos de tus contactos, tu vida digital, byte por byte, yendo de un lugar a otro como un teléfono roto, para regresar un día frente a ti y encontrarte con tu otro yo, tu verdadero yo, muy distinto, irreconocible, que le ha dado la vuelta al mundo millones de veces a no se cuantos bites por segundo, y entonces te toca aceptar que no eres mas que un puto píxel en este universo monocromático, un Boring Guy #47.