viernes, 15 de mayo de 2009

Esta es mi vida.


—Esta es mi esposa, linda no? es abogada en una importante firma, no se por qué se fijó en mi, pero así es la naturaleza no? llevamos nueve años casado, es una mujer increíble, ya le mostré mis dos hijos?
Julián que en ese tiempo trabajaba en un café Internet, quiso responder que sí, pero no fue lo suficientemente rápido, el hombre de corbata ya había abierto sobre el vidrio la foto de dos hermosos niños jugando futbol.
—Esta la tomamos hace dos meses, son los mejores de su clase, nunca me imaginé llegar a ser bendecido con una familia así, y usted está casado?
Julián miró hacia la impresora a ver si ya había terminado, y así podía escapar de este martirio, pero al parecer había un problema con los drivers, así que de nuevo contra la pared respondió que no.
—Vive con su madre?, dijo el hombre de corbata.
—No, mi madre está en España, se fue hace un par de años.
—Que casualidad, respondió el hombre de la corbata, la foto que envié a imprimir es de mi madre.
Julián se alejó y comenzó a desbaratar la impresora, o mas bien aparentando desbaratarla para alejarse del hombre que no dejaba de hablar. Todo parecía estar en orden dentro de la impresora.
—En qué computador me dijo que estaba? , dijo Julián.
—En el siete.
—Podría enviar a imprimir de nuevo a la impresora tres?
El hombre se alejó, se sentó y dio de nuevo la orden de imprimir, entonces comenzó a salir una hoja en la impresora tres, Julián descansó y se alejó rápidamente hacia la impresora para que el hombre no le siguiera hablando. Cuando la impresora terminó, tomó la hoja y no pudo dejar de sorprenderse al ver impresa la ultima foto que su madre le había enviado desde España, la misma que precisamente había visto en el computador numero siete esa mañana. Julián miró asombrado al hombre que ya se acercaba con una sonrisa de felicidad.
—Que le parece mi madre? Una mujer increíble no?, cuanto le pago?
Julián dio un paso retrocediendo.
—Sucede algo?, preguntó el hombre, —Sabe?, es que no tengo mucho tiempo, mi esposa ya debe estar que sale del trabajo y quedé en recogerla, tengo que cuidar mi matrimonio, por que sería un desastre que mi vida se desequilibrara, usted me entiende no?.
Entonces Julián le entregó la impresión, —Son dos mil pesos.
El hombre sacó unas monedas que solo sumaban mil doscientos. —Esto es todo lo que tengo. JULIAN le dijo que no había problema, que se lo dejaba a ese precio, entonces el hombre salió con una gran sonrisa en su rostro, afanado, por que en poco tiempo tenía que recoger a una esposa que no existía, para ver unos hijos que aún no habían nacido, y seguir con una vida que nunca había vivido.

3 comentarios:

Amapola... dijo...

Y lo triste es que de verdad hay gente que lo hace... Viven vidas que no son suyas... No me gustaria sentir que necesito fingir una vida que no es mía...
Excelente... Como siempre...
Beshos!

Luis Bond ∴ dijo...

Lo peor es que mucha gente vive así y en el fondo muchos terminamos fingiendo (no a este nivel, claro) para ser felices.

Un abrazo mi parce

xxx dijo...

Divertida forma de vivir la vida!Con tantas aventuras que traspasan la imaginación,además volver real una realidad ireal, no causa daño a nadie.Ojalá todos tuvieramos la posibilidad de inventar mundos e historias, al menos por un día.Sería como volver a ser niños cuando juegan a la familia,a castillos en la arena, a la escuela...imaginan un profesor de 5 años?