sábado, 28 de noviembre de 2009

En Defensa del Gato Alado y la Falta de Gravedad


El otro día durmiendo, soñé que un hombre agarraba por una cuerda a un toro que jalaba desesperadamente por irse, al hombre se le rajaban las manos pero seguía luchando por impedir que el toro se fuera. Mientras de sus manos brotaba sangre cada vez que el toro jalaba fuertemente y le hacía soltar cuerda, el hombre voltea y me dice: --si ves lo que pasa cuando uno se aferra demasiado a las cosas?, entonces el hombre suelta la cuerda y el toro simplemente se va corriendo y se aleja, el hombre me muestra las manos destrozadas y dice, --no es mas fácil así? Que el toro simplemente se vaya?
Entonces me desperté y no pude volver a dormir pensando cómo diablos puede uno soñar con alguien dando un concejo así de pertinente. Lo preocupante de todo es que con el tiempo que pasa uno durmiendo en la vida, estoy seguro que el sabio consejero volverá a aparecer, no me extrañaría que una noche en medio de un gato que se está puliendo las alas antes que la gravedad de la tierra vuelva a disminuir, escucharé la voz irreconocible diciendo que mire sus manos, y seguramente aprenderé algo nuevo sobre la vida, pero también seguro me cuestionaré si en ves de pararle bolas a este man con algo que puedo aprender despierto, no debería mas bien volver la mirada al gato alado y la falta de gravedad que una vez despierte estoy seguro no volveré a ver?

P.D. Esto de verdad sucedió.

1 comentario:

la falsa alicia dijo...

puede que realmente en ese último sueño el consejero sea el gato alado..... a veces se necesita de un poco de tiempo para entender los sueños.