domingo, 15 de marzo de 2009

El Cazador de Moscas




La ventana da a una ventana que da a otra ventana que da a otra ventana que baja a otra ventana y llega a otra ventana que refleja una tienda de frutas. Es curioso, el reflejo no rebota tanto. Al subir, las imágenes desaparecen poco a poco entre una pareja discutiendo, un niño jugando y un perro que no ha decidido si saltar o seguir raspando la coca de comida. Mientras bajábamos y subíamos por el reflejo, el perro descendió de la silla. Ahora restriega el hocico contra la coca de comida que sigue vacía. Camina por el pequeño apartamento.
Se sienta un par de segundos a rascarse. Lo disfruta. Continúa su camino hacia la ventana cuando una mosca lo interrumpe. Decide proteger su territorio y ahuyentarla. El perro resbala una y otra vez. Tiene las patas mojadas. La mosca parece retarlo en su hazaña. Parece jugar con él, pero nuestro animal no se vence fácil. Trepa uno de los muebles para alcanzarla. No es nada tonto este animal. Brinca con todas sus fuerzas y cae sobre una mesa de tres patas que pierde el equilibrio y lo manda de cabeza contra el suelo. Se repone rápidamente y sin dudarlo vuelve a subir al mueble. Está vez la mosca se ha parado en la pared, está a su alcance. Está a un solo brinco. La mira fijamente. Lo va a hacer. No hay manera de fallar. Esto definitivamente es personal. Entonces aparece otra mosca que lo distrae y lo hace resbalar de nuevo. Desesperado el perro ladra como si gritando las ahuyentara. Ya son diez moscas. Ya son veinte moscas. Ahora son cincuenta que lo hacen retroceder vencido. Están detrás, están arriba, lo tienen rodeado. Donde mira hay moscas. Humillado frente a la impotencia decide resguardarse junto a su dueño que sigue acostado en el suelo. Inmóvil. Con dos disparos en el pecho y asaltado por una pareja de vecinos que discute frente a una ventana que da a otra ventana y llega a otra ventana que refleja una tienda de frutas. La coca de comida seguirá vacía, el perro cada vez más solo y el apartamento cada vez más rojo.

3 comentarios:

Luis Bond ∴ dijo...

Wow! Genial y súper heavy este cuento, además que jamás me vi venir el porqué de las moscas (y muy cinematográfico el intro y salida del relato).

Felicitaciones mi pana, deberías pensar en publicar un libro de relatos cortos eventualmente... EN SERIO

Amapola... dijo...

Genial!!!!!!!!!!!1
Me encantó!!!!
Lo leí tantas veces que ya me sé algunas frases... Te acabas de apuntar una fan...

^-^

xxx dijo...

Brutal!!!el otro día estuve frente a un caso similar, mil moscas, un cadáver, un abuelo esquizofrénico y tres niños preguntando por qué su madre ya no estaría con ellos.